Una de las preguntas frecuentes que recibo de lectores que están empezando el viaje hacia unas finanzas sanas es:
¿Por dónde empiezo? Mis finanzas están tan desordenadas que ni siquiera sé por dónde empezar
Esto es natural. Nuestras finanzas están enlazadas fuertemente con el resto de nuestra vida, por lo que los problemas financieros pueden convertirse fácilmente en un problema abrumador. En este artículo, vamos a explorar este problema. Veremos cuál es la forma en que la mayoría de personas reacciona ante esta situación, por qué lo hace, por qué no funciona y cuál sería una mejor alternativa para salir del gatuperio.
La Reacción Natural
La mayoría de personas se da cuenta de que tiene problemas financieros cuando: Tiene una sensación de que el dinero “se fuga”. Se va y no deja dicho a dónde las deudas comienzan a caminar más rápido que sus dueños. Les van pisando los talones. Cuando esto sucede, se disparan los detectores internos de peligro y entramos en modo de emergencia. Por lo tanto, la reacción natural es enfocarse con toda la energía posible en gastar menos y pagar las deudas. Enfocarnos en reducir gastos y/o pagar las deudas tiene el potencial de eliminar —al menos temporalmente— las presiones financieras más urgentes.
Desde un punto de vista puramente financiero, la reducción de gastos y el pago de deudas son las opciones inteligentes. Pero debemos recordar que estamos hablando de finanzas personales. Somos humanos, por lo tanto hay que ver más allá del simple problema matemático. Enfocarse sólo en estas áreas puede producir resultados en el corto plazo pero es difícil mantener la motivación por mucho tiempo.
Quizás comiences a pagar un poco más a las deudas hasta que te vuelves a sentir fuera de peligro inminente, y no llegas a comprometerte a hacer cambios profundos en tus finanzas. O haces algunos recortes en tus gastos pero en cuanto vuelves a tener oportunidad repites los mismos patrones de conducta. Así, tus deudas vuelven a acumularse, tus gastos vuelven a crecer sin control y vuelves al punto de inicio. Repites el ciclo. Y nunca tus finanzas parecen estar bien.
¿Por qué escogemos este camino?
Concentrarse en las soluciones que tienen sentido desde un punto de vista financiero no necesariamente es lo mejor. Además del factor matemático de que estás gastando más de lo que ganas, existen factores emocionales y mentales que son la raíz del problema. La mayoría de personas ya sabe esto, pero sigue enfocándose en las soluciones transitorias porque están condicionadas a pensar que esas son las acciones “inteligentes”. Si le preguntas a cualquier persona ¿qué deberías hacer en una situación así?, lo que sugerirá es que gastes menos o que pagues tus deudas (oh!). Esta influencia puede ser tan grande que puede provocarte sentimientos de culpa si no lo haces. Además, es una forma de falso logro.
Te esfuerzas por gastar menos y pagar las deudas. El estar en una situación así se vuelve parte de tu identidad. Te identificas con personas en situaciones similares, hablan de sus problemas, se quejan juntos de los factores externos que no pueden controlar, etc. Y no quiero decir que esté mal comentar la situación con otras personas o buscar soluciones juntas. El problema es
El Inicio de un Camino Diferente
Si ya sabes que esta forma de actuar no te ha llevado a solucionar los problemas, déjame sugerirte un enfoque ligeramente diferente. El primer paso, si tienes problemas financieros, es trabajar en algo que te gusta. No empieces por hacer un plan detallado sobre cómo pagarás tus deudas, ni dediques tu tiempo libre a buscar todos los descuentos que puedas para reducir tus gastos un poco.
Lo que quiero decir es que toda tu energía extra, que normalmente enfocarías en pagar más a tus deudas o reducir tus gastos, la enfoques en asegurarte de que estás trabajando en algo que no sólo te da ingresos sino que te da alguna satisfacción.
¿Significa eso que deberías dejar de pagar tus deudas y correr a renunciar a tu empleo de inmediato?
No necesariamente. Si quieres renunciar a tu empleo (ya sea para trabajar por tu cuenta, o conseguir uno diferente), por supuesto hazlo, hay muchas razones para hacerlo. Pero no todos tienen la misma tolerancia hacia este tipo de riesgo. Si no eres del tipo de persona que haría algo así, al menos enfócate en incorporar gradualmente alguna actividad satisfactoria y productiva en tu vida. Lo más común es tratar de convertir un pasatiempo en negocio, ofrecer consultorías profesionales sobre tus áreas de experiencia, explotar tu conocimiento a través de un sitio Web, etc. Comenzar por hacer un trabajo que te cause satisfacción te proveerá de una motivación totalmente diferente a la que te podría proveer el simple hecho de pagar X deuda, pero seguir en la misma rutina de siempre. O reducir en Y categoría de gastos sin que haya un beneficio más allá que el de haber ahorrado en Y categoría de gastos. Hacer un trabajo que te cause satisfacción te dará también una sensación de equilibrio desde la que es más fácil tomar decisiones en otras áreas. ¿Qué crees que sería más fácil: reducir gastos teniendo el objetivo claro de potenciar tu nueva carrera o reducir gastos para seguir haciendo lo mismo de siempre?
Hacer un cambio de esta naturaleza es difícil. Precisamente por eso, creo que debería ser lo primero en lo que te enfocas.
Muchas personas consideran que un cambio de empleo o carrera está en algún punto del camino hacia una mejora de su vida y sus finanzas; pero lo dejan siempre para después. Después de pagar las deudas, después de ahorrar X cantidad, después de estudiar una maestría, después de comprar un automóvil, etc. Siendo una de los cambios más difíciles de hacer, es uno de los cambios con mayor potencial de satisfacción y rentabilidad. Por lo que mi propuesta es que, en lugar de posponerlo indefinidamente, enfrentes el problema de frente, lo más pronto posible. Una vez que estás trabajando en algo que te causa satisfacción real (o al menos, estás tomando acciones concretas para lograrlo), ¿en qué deberías enfocarte?
El segundo paso es ahorrar.
Así es, todavía no te enfocas en una estrategia para pagar tus deudas, o usas tu tiempo en reducir hasta el último centavo tus gastos. Si en el camino pudiste hacer algo extra al respecto, genial, pero no es tu enfoque principal.
Las razones por la que es tan importante comenzar a ahorrar son:
Si has acumulado deudas porque has tenido imprevistos o emergencias, lo que menos quieres ahora es que se presente una nueva emergencia y tengas que cavar una agujero aún más grande. Establecer metas de ahorro y lograrlas es una actividad que va mucho más allá de simplemente guardar dinero. Para mucho es un ejercicio de voluntad, estrategia y mucho esfuerzo. Desarrollar el hábito de ahorrar (qué básicamente es el hábito de posponer una gratificación) es fundamental para cualquier otra área de la vida. Y recuerda no ahorrar para “el futuro”.
En Resumen
- Encuentra trabajo que te cause satisfacción y no sólo que te pague. No importa si no es algo a tiempo completo todavía. Lo importante es empezar.
- Desarrolla el hábito de ahorrar para metas específicas. Prepárate para que en caso de emergencias no tengas que recurrir —de nuevo— a las deudas.
- Incorpora estrategias más complejas para pagar tus deudas, invertir, desarrollar negocios, etc.
- Cuando tengas tiempo averigua qué significa la palabra gatuperio. Yo la conocí hasta hoy